2010年7月12日 星期一

Octopus Paul, Algebra, and Yogis

WOW. Despúes de haber visto todos los pronósticos hechos realidad del Pulpo ¨Paul¨, me quedé sin palabras. Podrías descartar simplemente este fenómeno por pura coincidencia, pero hagamos unas calculaciones de la posibilidad de adivinar sin fallar los resultados de 8 partidos consecutivos. No es nada complicada; sólo involucrará un poco de álgebra que todos nosotros hemos aprendido en la secundaria.

Primero, pongámonos en el lugar de un pulpo de la especie Octopus Vulgaris. Imaginémonos que no tuviéramos la capacidad mental de entender nada acerca del fútbol, las banderas o los países. Recordemos que somos daltónicos también.

Ahora, nuestro entrenador del acuario nos está dando comida en dos contenedores que tiene plantadas, respectivamente, dos banderas de los países que jugarán uno contra el otro en la Copa Mundial. Sólo podemos escoger uno de los dos, y ambos contienen el mismo tipo y la idéntica cantidad de comida. Por pura casualidad, tendríamos 50% de oportunidad de elegir correctamente el ganador del partido si echáramos una selección ciega.

Si nuestro entrenador nos presentara el mismo dilema de nuevo, tendríamos un chance de predecir correctamente dos veces consecutivas el vencedor de 0.52, o sea 25%. Aumente el número de las adivinaciones a 8 veces, y resultaremos con una cifra de 0.58, es decir, 0.39%. Ésa es la posibilidad que tuvo nuestro famoso pulpo de pronosticar perfectamente 8 juegos consecutivos—y eso lo hizo. ¿Lo habría logrado por pura casualidad? Posible, pero improbable.



Así que si el pulpito no logró el milagro por causalidad, hay que examinar las otras posibles explicaciones. ¿Tal vez sus entrenadores habrían tramado para que el pulpo escogiera los equipos que ellos favorecieron? Bueno, aunque ellos tenían mucha más capacidad de analizar deportes que el pulpo, eso no significa que su probabilidad sea mucho más alto que 0.58.

A ver las demás explicaciones que nos queda. O este pulpito tiene poderes sobrenaturales, o fue poseído por Dios, un extraterrestre, o un espíritu clarividente. Sea lo que sea, las hazañas del Pulpo Paul nos presenta otro ejemplo de acontecimientos que no se puede explicar claramente con la lógica cotidiana de seres humanos ordinarios. Esto me recuerda de mis viajes en la India, donde no era raro encontrar yoguis o maestros espirituales con habilidades de leer tu mente, levitar en el aire, o hasta controlar sus propios órganos para que los desechos del cuerpo se reciclen, eliminando la necesidad de comer. Si tienes una mente abierta y quisieras saber más de estos yoguis, yo te recomendaría que leas el libro Autobiografía de Un Yogui.

Es normal quedarnos en incredulidad o rechazar inmediatamente cuando algo sucede que no sea compatible con nuestras fijas ideas sobre lo normal y lo raro, lo posible y lo imposible. Pero si abrimos nuestras mentes un poco y vemos más allá de nuestra tendencia de presumir según nuestros perjuicios establecidos, quizás las cosas extraordinarias no nos van a parecer tan increíbles. El universo está lleno de secretos por descubrir :)

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English Version


WOW. After seeing all the predictions made reality by Octopus Paul, I’m speechless. I really am. You could simply discard his miraculous feats as pure coincidence, but let’s do some quick calculations regarding his chances of achieving a spotless 8-0 record. Nothing complicated; it’ll just involve a little bit of algebra, and we’ve all learned in school.

First of all, let’s put ourselves in the shoes of an octopus of the specie Octopus Vulgaris. Imagine that for a moment, we didn’t have to mental capacity to understand anything about soccer, flags, or countries. Remember that we’re colorblind as well.

Now, our trainer from the aquarium is giving us food in two separate boxes that respectively contain two flags of the nations that are about to clash against each other in the World Cup. We’re only allowed to choose one of the two, and both contain the same type and amount of food. By pure chance, we’d have a 50-50 possibility of choosing the correct winner of the upcoming game.

If our trainer were to present us the same dilemma once again, we’d have a possibility of 0.52, or in other words, 25% of correctly predicting the outcome of two back-to-back matches. Raise the number of guesses to 8, and the chance of perfect prediction becomes 0.58, or 0.39%. Those are the odds that our famous octopus was up against, and he beat them. Could he have done it by pure chance? Possible, but unlikely.

So if he didn’t accomplish the miracle by coincidence, let’s take a look at the other possible explanations. Perhaps his trainers somehow set up a trap for him to purposely pick the food-box that contained the flags of their personal choices? Well, regardless of the trainers’ much superior mental capacity of sports analysis, that their chances aren't much higher than 0.58. Try it yourself with the NBA or NFL next time. 

What other explanations are we left with? Either the octopus had some supernatural powers, or it was possessed by God, an alien, or a clairvoyant spirit of some sort. Whatever happened, the accomplishments of Octopus Paul presents us with yet another example of events that seemingly can’t be explained by the average daily logic of ordinary human beings like you and me. This reminds me of my travels in India, where it wasn’t uncommon to hear about or actually meet yogis and other spiritual masters with the ability to read your mind, levitate in mid-air, or even control their own organs and recycle their own body waste, hence eliminating the need to eat. If you’ve got an open mind and are interested in learning more about these yogis, I’d suggest reading the book Autobiography of a Yogi. Though unusual, it’s got some pretty good stuff, and it tries to explain the unexplainable through logic and reasoning.

It’s normal to remain in disbelief—if not immediately reject as improbable—when something happens that challenges our fixed ideas about what’s normal or possible. But if we open our minds a little and see beyond our natural tendency to presume with our established prejudices, perhaps extraordinary events won’t appear to be so unbelievable after all. The world is filled with secrets just waiting for us to discover and experience :)

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