2010年2月16日 星期二

¡El Carnaval de Oruro! / The Carnival of Oruro!

15 Febrero 2010. La ciudad de Oruro.

Me alegra anunciar que mi pronunciación de español está mejorando y mi repertorio de vocabulario está aumentando rapidísimo. Bueno, sería un imbécil si mi español no estaba mejorando con el montón de tiempo que pasaba leyendo periódicos, libros y revistas cada día (hasta seis horas si tengo el tiempo). Además, pronuncio cada palabra en voz alta para que tenga más confianza con el manejo del aspecto oral del idioma, especialmente con la pronunciación de los ¨r´s¨ y ¨rr´s. Por alguna razón no puedo rizarme mi lengua de manera que pronuncie los dos bien, y parece que tendré que practicarlo por mucho tiempo en el futuro antes de que desarrolle un acento boliviano como lo quiero.

De todo caso, hoy voy a escribir sobre un evento de mucha importancia en Bolivia: el Carnaval anual de Oruro, donde grupos de baila de todo el país se reúnen para mostrar sus danzas con orgullo. Estas danzas duran oficialmente 18 horas, pero muchas siguen bailando con entusiastas espectadores por hasta dos días más antes de que se caigan durmiendo. Otro aspecto imprescindible es la presencia de globos y fusiles llenos de agua, acompañados por latas de espuma para mojar quienquiera mostrarse dentro de tu visión. También la cerveza desempeña un papel bien importante en esta ocasión: El evento fue patrocinado principalmente por una compañía de cerveza denominada Paceña, una palabra que significa alguien o algo originario de La Paz.

Como la gente del resto del país, mis amigos y yo esperamos para El Carnaval con altas expectativas. En vísperas de este evento, nos despertamos tempranísimo y nos fuimos de La Paz a Oruro (una ciudad pequeña donde ocurre el Carnaval) a las 4:30 de la mañana por bus. Tuvimos que llegar a la terminal de buses en La Paz alrededor de las tres y media para comprar boletos antes de que el montón de nuestros competidores llenaran los espacios. También había minibuses y los que se llaman ¨trufis¨ (como taxis, pero caben un poco más pasajeros) privadas que pudieron llevarnos a Oruro, pero éstos eran mucho más caro — bueno, si conviertes los precios en dólares, todas las cosas en Bolivia parecen baratos, pero en comparación a los precios de los buses grandes que tomamos, los minibuses y trufis costaron doble o hasta triple. Pero este ahorro de dinero vino con un precio también: Tuvimos que esperar en una fila larguísima, en la cual había mucha gente que eligieron a cortarla en vez de hacer cola bien antes de que unos policías les dejaron de seguir haciéndolo. En total, creo que esperamos por al menos 45 minutos antes de conseguir nuestros boletos. Un largo tiempo, ciertamente, pero por lo menos mucho mejor que lo que tuve que esperar en India :). En India, justo cuando pienses que no puede existir más chaos, te aseguro que tendrás otra frustrada sorpresa.

Pero ¿por qué tuvimos que levantarnos tan temprano? tal vez estés preguntando. Es que los desfiles del Carnaval comenzaron muy temprano, y tuvimos que llegar a Oruro tan pronto como posible para conseguir asientos antes de que se acabaran. Habría preferido llegar a Oruro la noche anterior y pasarla durmiendo en un hostal, pero debido al pequeño tamaño de Oruro, todos los alojamientos eran o llenos o de precios astronómicos. Si hubiera una distancia larga entre La Paz y Oruro, habríamos tomado un bus por la noche, pero Oruro sólo estaba ubicada tres horas de La Paz. Suma todos los factores, y vendrás a la conclusión que necesitamos hacer lo que hicimos cuando nos fuimos de La Paz a las 4 de la mañana. No había una mejor alternativa.

De todos modos, llegamos a Oruro bastante temprano y pudimos conseguir buenos asientos por bajos precios. En total, gastamos alrededor de 170 bolivianos (la moneda boliviana, también llamada ¨pesos¨) por cabeza en este viaje, menos de la mitad del costo para ir con la más barata agencia de viajes. Estoy muy orgulloso de que pude ahorrar más dinero otra vez por viajar sin una agencia de viajes. En realidad, estas agencias sólo siguen existiendo por la exigencia de clientes sin conocimiento sobre como viajar – me atrevo decir que siempre tendrás una mejor experiencia si viajas solamente con una guía. La libertad de encontrar aventuras inesperadas son cosas que las agencias de viajes no pueden brindarte :)

Ya, basta con este ¨corriente de conciencia¨ estilo de escribir. Sólo me llevo a escribir demasiado y me causa a agotarme traduciendo mis largos párrafos. Ahora misma hablemos de lo importante: los detalles del Carnaval.

Como dije antes, el Carnaval consiste en danzas de grupos de todo el país: danzas campesinas, danzas indígenas, danzas urbanas, etcétera. En realidad, estas ¨danzas¨ eran más como un largo desfile, porque sencillamente no se puede bailar algo complicado continuamente por tres horas, el tiempo que se necesitaba para los bailadores a cruzar todas las calles que eran involucrados en el Carnaval. Además, sólo las bailas de los hombres pudieron ser llamado ¨danzas¨; la mayor parte de mujeres sólo era responsable por llevar hermosas ropas con cortas faldas. La ¨danzas¨ que ellas presentaban consistían en agitar sus faldas y mostrar sus lindas piernas – aunque no todas eran lindas... también había mujeres mayores que llevaban las mismas cortas faldas, ¡que desastre! A principios de estas actualizaciones, me complacía mucho la bellavista que proveían estas piernas, pero luego me volví harto de la constante repetición de estas danzas. Ya no importaba si sus piernas eran bonitas – ¡hagan algo diferente con ellas nomás!

Hablando de hermosas ropas, debo decir que la principal atracción del Carnaval era las prendas que llevaban los bailadores, porque aun las danzas de los hombres se tornaron aburridas luego. Había trajes de todo los que puedes imaginarte, desde lindos conjuntos de osos hasta espeluznantes de diablos. Algunos se vestían como robots, acompañando a las mujeres en sus típicos vestidos de cortas faldas. También había prendas que tenían luces pequeños por la noche, mientras otras emitían fuego de las bocas de monstruos. Pese a la diversidad de estas prendas, debo decir que perdí mi interés en el desfile después de un poco tiempo, porque sencillamente no soy el tipo que la gusta pasar demasiado tiempo por una celebración. Ciertamente disfrutaba de tirar globos contra personas que empezaron disparándolos a mí, pero luego me aburrían las danzas y me molestaban muchísimo los borrachos. Ellos orinaban en las calles, lanzaban corrientes de cerveza por todas partes, y en general sencillamente epitomizaban los más estúpidos aspectos de humanidad.

De todos modos, hablando de globos, lamento decir que mi mala puntería había causado unas causalidades desafortunadas: una vez les mojé a unos policías cuando mi globo se rompió en el aire antes de llegar a su objetivo, y otra vez una pobre abuelita que estaba gozando del desfile recibió mi maravilloso regala en su espalda. Estuve tratando de mojar unos chicos cercanos, pero por accidente le atacó la pobrecita en vez. Bueno, por lo menos no hice daño a la cara de un bebé con un globo tirado con todo la esfuerza, como lo hizo un niño de más o menos diez años.

Nos quedamos en Oruro sin dormir (no había ningún lugar para hacerlo) hasta las 8:30 de la mañana del próximo día antes de salir para La Paz. Eso era más de 24 horas sin dormir…probablemente no sea mucho en comparación a otras experiencias que has tenido, pero ciertamente era cansadísimo para mis amigos y yo. Sólo decidí a quedarme por un tiempo tan largo porque había oído que sería un gran crescendo de música por todas las bandas tocando al mismo tiempo por el amanecer. Pero éste resultó ser una desilusión para mí, tal vez porque había tenido demasiadas expectativas hacia este evento antes. La única recuerda divertida durante mi estancia tarde era cuando un semi-borracho acercó a mi amiga inglesa Clare y seguía tratando de conversar y hasta pretender bailar con ella. A Clare le molestaba él mucho, pero de todos modos era divertido porque él no era agresiva, sólo un poco perdido en su borrachera. Aun bromeé con Clare sobre la ¨hospitalidad boliviana¨ que el borracho estaba brindándole.

De todos modos, me alegro que tuviera la oportunidad de experimentar una de las más famosas celebraciones en Bolivia, pero estoy seguro que no iré allí otra vez. Tomé algunas fotos, gocé de mojar algunos inocentes, y en conclusión, ya he hecho todo lo que necesité hacer en este evento. La próxima vez elegiré un lugar más tranquilo para pasar me tiempo, porque si hay algo que me ha caracterizado desde mi infancia, sería mi amor de la tranquilidad.

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English Version

It makes me proud to announce that my pronunciation of Spanish and repertoire of vocabulary are improving at a rapid pace. Well, to be fair, I'd be a retard if my Spanish isn't improving with the huge amount of time I spend reading newspapers, books, and magazines every day (up to 6 hours if I have the time). Furthermore, I pronounce every word out loud to improve my confidence with the oral aspect of Spanish, especially con the pronunciation of the letters "r" and "rr." For some reason I can't curl my tongue in a form that will correctly pronounce these two letters correctly, and it looks like I'll have to keep working on it for a while into the future before I fully develop the Bolivian accent that I want.

Anyway, today I'm going to write about an event of great importance in Bolivia: the annual Carnival of Oruro, where dance groups from all over the country come together to showcase their respective dances. These dances officially last 18 hours, but many of them continue dancing with enthusiastic audience members for up to two more days before they exhaust themselves and fall asleep. Another indispensible aspect of this Carnival is the presence of water balloons and water guns, accompanied by canisters of foam-spray to be fired at whoever enters your sight. Beer also plays an important role in this occasion of celebration: After all, the Carnival's principal sponsor was a beer company called "Paceña," a word that means someone or something that comes from La Paz.

Together with people from the rest of the country, my friends and I looked forward to the Carnival with high expectations. On the night before the Carnival, we woke up at 4:30 a.m. and left from La Paz to Oruro (a small city where the Carnival takes place) by bus. We had to arrive at the bus terminal in La Paz around 3:30 a.m. so that we could buy our tickets before our huge flock of similar-minded competitors filled up all the spaces on the bus. There were also private minibuses and "trufis" (they're kind of like taxis, except a little bigger) that could have took us to Oruro, but they were much more expensive — well, if you convert the prices into U.S. dollars, everything in Bolivia is going to look cheap, but in comparison to the prices of the big buses that my friends and I managed to board, those minibuses and trufis were relatively expensive, costing over double (some even close to triple) the price. But then again, the money that we saved from taking the big buses didn't come without a price itself: We had to wait in a super long line, in which a lot of people chose to selfishly cut the line instead of playing by the rules. This situation continued for a long time before some security guards finally stopped these guys from continuing to do so. All in all, I think we waited for at least 45 minutes before securing our tickets. A long time indeed, but at least at lot better than the time I had to wait for similar services in India :). In India, just when you think there can't be any more chaos, I assure you that you'll encounter another frustrating surprise.

But why on earth did we have to wake up so early, you might ask? It's just that the Carnival kicks off really early, and we had to arrive in Oruro as early as possible to get seats before they were all sold out. I would have preferred to arrive in Oruro the previous evening and spent the night there in a hostel, but due to Oruro's small size, pretty much all the hostels, hotels, and private residencies were all booked, while those remaining charged astronomical prices. If La Paz and Oruro had been far away from each other, we would have taken an overnight bus and gotten a good night's sleep (relatively speaking), but Oruro was only 3 hours away from La Paz. By the way, 3 hours is super short by Bolivian standards: Most intra-city bus trips take around 10 hours or more. Anyway, add up all the factors, and you'll come to the conclusion that we had to leave at 4 a.m. from La Paz. There wasn't any better alternative.

Anyway, we arrived in Oruro pretty early and managed to secure great seats for pretty good prices. All in all, we spent around 170 "Bolivianos" (Bolivia's official currency, also known as "pesos") per person on this trip, less than half the amount we would've paid if we had gone with the cheapest available travel agency. I really feel proud that I've yet again saved a bunch of money by traveling without a travel agency. In reality, these agencies only continue to exist due to the demands of customers who know nothing about traveling — I dare say that you'll always have a better experience traveling with a guidebook rather than an agency. The freedom of encountering unexpected adventures is something that travel agencies will never be able to offer you :)

Alright, enough of this stream of consciousness style of writing. It's only making me write too much and causing me to exhaust myself when I try to translate my excessively long paragraphs. Let's start talking about the important stuff straight away: the details of the Carnival!

Like I said before, this Carnival consists of dance groups from all over the country: countryside dances, indigenous dances, urban dances, etc. In reality, these dances were more like a huge parade, because it's just simply not possible to continue dancing something complicated for 3 straight hours — the time that it took for these dancers to cross all the streets that hosted the Carnival. Besides, only the dances performed by men could really be called "dances"; the only thing the women dancers were responsible for was to put on dazzling dresses with super short skirts. The "dances" that they presented consisted of shaking their skirts and showcasing their beautiful legs — although not all of them were beautiful… there were also some pretty old women who wore the same miniskirts… dang, what a disaster! In the beginning of these performances, I have to admit that I was pretty absorbed by the pleasing view that these dancers offered, but afterwards I just got tired of seeing the same thing hour after hour. It didn't matter how pretty their legs were anymore — just do something different with them, for god's sake!

Speaking of dazzling dresses, I have to say that the principal attraction of this Carnival was the costumes that the dancers wore, because even the energetic performances of the male dancers became boring after a while. There were costumes of pretty much anything you can imagine, from cute outfits of a funky-looking type of bear to terrifying suits of the devil. Some performers dressed up as robots, accompanying women with their typical dresses with miniskirts. There were also outfits that had little Christmas lights on them at night, while others breathed fire out of the mouths of monstrous creatures. Yet despite this amazing variety of outfits, I've got to say that I lost my interest in the Carnival pretty quickly, simply because I'm not the type who likes to spend too much time in a single celebration. I certainly enjoyed chucking water balloons at those who opened fire against me first, but afterwards the repetitive dances began to bore me, and the countless of drunk people really just pissed me off. They pissed in the streets, sprayed beer everywhere, and in general they just epitomized the most embarrassingly stupid aspects of mankind.

Anyway, speaking of water balloons, I regret to say that my poor marksmanship led to quite a few unfortunate casualties: Once I splashed a bunch of hard-working police officers when my water balloon somehow exploded in midair, and another time a poor old grandma who was contently enjoying the Carnival's parade received a marvelous gift of mine on her back. I was trying to hit a couple of little kids near her, but instead I soaked the poor old lady by accident. Well, at least I didn't smack a little baby in his face with a water balloon thrown with full strength like some little 10-year-old did.

So we stayed in Oruro without sleeping (there wasn't any place to do so) until 8:30 a.m. the next day before leaving for La Paz. That's more than 24 hours without sleeping… it probably isn't much compared to some of the experiences that you've had, but it certainly was extremely tiring for me and my friends. I only decided to stay for such a long time because I'd heard that there would be a grand crescendo of music produced by all Carnival's bands playing together simultaneously at sunrise, but this event turned out to be a big disappointment for me, probably because I had expected too much of it beforehand. The only fun memory during this late stay was when a semi-drunk Bolivian approached my British friend Clare and kept on trying to talk and even dance with her. Clare was pretty bothered by this dude, but it was funny anyway because he wasn't really that aggressive, just a little lost in his drunkenness, that's all. I even joked with Clare about the "Bolivian hospitality" that she was experiencing.

Anyway, I'm happy that I had the chance to experience one of the most famous celebrations in Bolivia, but I'm pretty sure that I'll pass up the opportunity to go to one of these Carnivals again. I took some pictures, enjoyed soaking innocent bystanders, and all in all, I've pretty much done all I needed to do in this event. Next time I'll definitely spend my time in a more relaxing place, because if there's a single characteristic that's marked me since my childhood, it'd be my love for tranquility.

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